A mis lectores

Agradezco los mensajes de apoyo y las felicitaciones por el blog. También deseo expresar mi satisfacción por saber que a muchos de ustedes les gustan los temas científicos. Los invito a compartir los comentarios con mis otros lectores a los efectos de mantenernos informados e ir mejorando el medio de divulgación.

viernes, 25 de marzo de 2011

Conservación de la Naturaleza


Monte de "molles" Schinus piliferus (Anacardiáceas) Sierras de San Luis.
Parque Chaqueño y Monte hay que proteger
Existen diversas definiciones propuestas por la ecología sobre conservación  de la naturaleza.
Una posición radical afirma que “cualquier intervención humana sobre la naturaleza, incluso con buenas intenciones, raramente puede conciliarse con la idea de una conservación estricta”. “La conservación genuina prohíbe cualquier tipo de interferencia”, “la conservación requiere no interferir en absoluto con la naturaleza, incluso abstenerse de protegerla”.
Paisaje pristino: Pastizales de altura,
Cordillera de los Andes (Mendoza-Argentina)
Las apreciaciones expuestas son verdad y nadie podría negarlas. Ahora bien, el hombre como especie está inmerso en los ecosistemas e interactúa produciendo cambios. Al igual que el resto de los seres vivos, somos el producto de la evolución biológica, pero también somos la única especie que ha podido desarrollar una evolución cultural. Justamente esta evolución cultural trajo consigo un deterioro de las condiciones ambientales que debemos corregir.
Ecosistema modificado por el hombre:
precordillera andina (Mendoza-Argentina)
Lógicamente que la acción definida como conservación es clara y precisa: los ecosistemas prístinos pueden ser dejados de esa manera y para ello debemos aumentar a nivel mundial las áreas de reservas.
"caranday" Trithrinax campestris (Aráceas),
nativa del Uruguay y del noreste argentino
Una historia que muestra de cuerpo entero como el hombre influye en los cambios de los ecosistemas es la de la población del "caranday". Típica del chaco árido, serrano y semi árido, y del espinal. Actualmente esta especie se ve muy bien distribuida en san Luis y Córdoba. Curiosamente, las crónicas españolas no mencionan los extensos palmares que encontramos en la actualidad en el centro del país.

Tampoco existen evidencias de ninguna utilización de los mismos en documentos inmediatamente posteriores, siendo que los conquistadores valoraban mucho las palmeras por su utilidad como fuente de materias primas y por sus cualidades estéticas. Los investigadores suponen que en aquel entonces las palmeras no formaban poblaciones tan grandes, y su área de distribución era lo suficientemente restringida por lo que pasaron totalmente desapercibidas para los conquistadores.

Las formaciones actuales serían el resultado de la tala intensiva, el sobrepastoreo y los incendios. La palma de "caranday" es capaz de rebrotar tras un incendio forestal, mientras que las especies leñosas se ven más afectadas. Aunque el paisaje del palmar incendiado es desolador, dentro del los tallos carbonizados sobrevive el brote. Además, las semillas se ven favorecidas por la acción del fuego para germinar. Por otra parte, las vacas se alimentan de los frutos azucarados y diseminan las semillas por el monte. Finalmente, la tala selectiva de especies leñosas, deja el campo libre para que las palmas se expandan.

Las primeras referencias a los palmares apraecen 100 años después de la colonización española por un jesuita mendocino que en sus transectas hace referencia a los palmares.  Los mecanismos para lograr dicho objetivo son la elegibilidad democrática de planes de gobierno que garanticen el aumento del presupuesto para la creación de reservas y la decisión de los dueños de las tierras en preservar un porcentaje que permita mantener la biodiversidad a perpetuidad. Así conservaríamos la fauna, la flora, el agua, el suelo y el carbono atrapado en la vegetación como biomasa y en el suelo como materia orgánica.


Capacidad de fijación de los distintos tipos de formaciones vegetales


Formaciones vegetales
Superficie terrestre (km2)
C fijado (toneladas/km2)
C total fijado
(toneladas/año)
Bosques
44 x 106
250
11 x 109
Tierras cultivadas
27 x 106
149
4,3 x 109
Praderas
31 x 106
43
1,1 x 109
Desiertos
47 x 106
7
0,2 x 109
Cubierta de vegetales terrestres
149 x 106

16,6 x 109
Cubierta de vegetales marinos
361 x 106
46
16.6 x 109
Total


33.2 x 109


Indudablemente los impactos producidos sobre el ambiente son de difícil solución y necesitan ser vistos en su conjunto. Al respecto a los bosques y las plantaciones forestales se los considera cada vez más por sus servicios sociales y ambientales que prestan como ser: mitigación del cambio climático mundial, conservación de los recursos de suelos y aguas, efectos favorables sobre los sistemas agrícolas, conservación de la biodiversidad, mejora de las condiciones de vida en los núcleos urbanos y periurbanos, protección del patrimonio natural y cultural.
Mallín y Bosque de "lenga" un sumidero de carbono
importante para la provincia de Neuquén (Argentina)


jueves, 24 de marzo de 2011

La Agricultura y su evolución

Muestra de soja transgénica en Expoagro Baradero-Buenos Aires
El hombre aparece sobre la Tierra hace 50.000 años con dominio lingüístico y capacidad de aprendizaje, lo que le ha permitido socializarse y crear cultura.

Entre los avances más sustanciales logrados por el hombre y que marcó su desarrollo, fue el aprender a domesticar a las especies. La domesticación permitió contar con alimentos de manera constante y evitar así su búsqueda para lo cual había que trasladarse de manera permanente, siendo el  inicio de la civilización. 
Muestra de nuevas variedades de girasol en la Expoagro
Muestra de los fenotipos logrados en maíz para la Argentina
Hace 10.000 años, cuando nace la agricultura, no existían más de 5 millones de seres humanos. Tanto el pastoreo como la agricultura proporcionaron un aumento de la población mundial, que actualmente ronda los 6500 millones.

La revolución verde del siglo XX fue una de las soluciones que buscó la humanidad para afrontar el crecimiento poblacional y la carencia de alimentos. Dicha estrategia se basó en el empleo de variedades de cereales de alto rendimiento que necesitaban grandes cantidades de fertilizantes, pesticidas y riego. Esto ocasionó grandes problemas ambientales, por el uso de productos químicos derivados del petróleo y por una alta demanda de energía, que contaminó el aire, el agua y el suelo.

Actualmente existe una etapa de transición hacia una nueva agricultura que se define como producción sustentable. El uso actual del agua y las tierras de cultivo de manera más eficiente, la mejora de las prácticas agrícolas, el menor uso de fertilizantes y pesticidas, la conservación de los ecosistemas y la disminución de la deforestación son objetivos buscados para el desarrollo sustentable de los alimentos. Producir de esta manera implica desarrollar procesos productivos en base a los recursos naturales sin comprometer su existencia.
Calicata bajo cultivo de soja mostrando los horizontes del suelo. La conservación de los mismos es fundamental. Argentina es el que más tierras productivas tiene con labranza cero del mundo

Hoy en día, la solución pasa por seleccionar y mejorar genéticamente especies vegetales útiles con adaptaciones genéticas que les permitan crecer en regiones marginales. Los avances en la biotecnología han iniciado la revolución genética que está aumentando la producción de alimentos sin la necesidad de aplicar fertilizantes y pesticidas. La introducción de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) será sustancial para la alimentación mundial pero por otro lado podría traer problemas si no se controla el comportamiento de los mismos para evitar daños en los ecosistemas, producto de la pérdida de biodiversidad. 

Otra medida importante es disminuir el consumo de carne a nivel mundial con el objeto de ganar superficie para el sector agrícola. Una hectárea de cereales puede producir 5 veces más proteínas que una hectárea de producción pecuaria. La Argentina tendrá que preservar la producción de carne por ser parte de nuestra cultura y al mismo tiempo alimentar la demanda internacional.
Argentina produce la mejor carne del mundo por su cultura . La reducción de
consumo en nuestro país va contra nuestra tradición

La tendencia actual es aprovechar los recursos al máximo produciendo un cambio mínimo a los ecosistemas.

lunes, 21 de marzo de 2011

La Araucaria araucana un emblema de la Patagonia


La Araucaria araucana (Araucariáceas) llamada vulgarmente “araucaria” o “pehuen” se distribuye geográficamente a ambos lados de la cordillera de los Andes, en Chile y en Argentina. En mi país (Argentina) ocupa la mitad norte del Parque Nacional Lanín (Neuquén), entre los Lagos Ñorquinco y Huechulafquen, asociada con la lenga (Nothofagus pumilio –Fagáceas) y la caña colihue (Chusquea culeou - Poáceas).

Desde Copahue y Caviahue (Norte de Neuquén) hacia el sur  se mantienen en el ecotono del bosque y la estepa, soportando factores bióticos y abióticos sin abandonar territorio y superando hábitats con precipitaciones inferiores a los 500 mm anuales. La distribución  fitogeográfica del "pehuén" produce diversas asociaciones vegetativas, por un lado se las observa junto a los "cipreses de la cordillera" Austrocedrus chilensis (Cupresáceas) en zonas más áridas, creciendo entre las rocas y a medida que avanza hacia el sudoeste donde se hace más húmedo aumenta la densidad hasta llegar al máximo entre los 900 y 1.800 msnm. Asimismo, se combinan con otras especies de vegetales: Nothofagus dombeyi, (coihue - Fagáceas), Nothofagus antarctica (ñire- Fagáceas), Nothofagus pumilio (lenga –Fagáceas) y Chusquea culeou (“colihue”- Poáceas). Las últimas poblaciones de araucaria que habitan al sur se acercan hasta el lago Huechulafquen, existiendo ejemplares aislados en las cercanías de los lagos Lolog y Hermoso.

Parque Nacional Lanin: tierra de araucarias
Vista del volcán Lanín y masa boscosa de araucarias en estepa

El origen de las Araucariáceas, se remonta a 200 millones de años atrás, a principios del Jurásico y desde aquel entonces han soportado alteraciones geológicas producto de la subducción de la placa tectónica de Nazca por debajo de la cordillera de los Andes, tales como, erupciones volcánicas y movimientos telúricos. También convivieron con fuertes tormentas eléctricas que han mantenido la presencia del fuego en los bosques a lo largo de la historia.  Estos factores hacen de esta especie un fósil viviente de la edad Mesozoica con gran capacidad adaptativa a un territorio hostil. Los restos fósiles demuestran que el género Araucaria era prolífico en la era de los dinosaurios. Su ancestro, la Araucaria mirabilis (fósil), cubría gran parte de la Patagonia hace más de 120 millones de años. Este género tiene actualemte, solamente 19 especies, cuya distribución se encuentra en el hemisferio Sur. A. araucana y A. angustifolia son las únicas especies que habitán en América.

Bosque de "coihues" asociado con cañas de "colihues"
Araucaria araucana tiene un tronco rectilíneo que llega a medir 40 m de altura y 2 m de diámetro, siendo la planta de lento crecimiento, pudiendo alcanzar los mil años de edad. Sus ramas, levantadas como “candelabros”, poseen hojas cuneiformes de consistencia muy dura. La semilla es aprovechada por numerosos animales y aún hoy sigue siendo un ingrediente importante en la dieta de los mapuches y criollos de la zona  (se cosecha a fines de marzo).
Tierra de gigantes: "pehuenes" de 40 m de altura


viernes, 18 de marzo de 2011

La Flora de mis viajes 1

Foto tomada en la costa de Valdivia (Chile). “arrayán” Luma apiculata (Mirtáceas) Crece en los bosques templados de Chile y Argentina, en especial junto a cursos de agua. Su fruto es una "baya comestible" de color negro o morado. De estos frutos, los indígenas elaboraban chicha, una particular bebida alcoholica. Las hojas, corteza y flores, son estimulantes, tonicas, diuréticas, anticatarrales y astringentes.


Foto tomada en una de las montañas que protege al valle de San Martin de los Andes (Neuquén – Argentina). “lenga” Nothofagus pumilio (Fagáceas). Crece en el bosque andino patagónico de Chile y Argentina. Tiene hojas caducas, de 2 a 4 cm de largo, de color verde oscuro, tienen forma redondeada o elíptica y el borde aserrado. En otoño se tornan amarillas y rojas. Su madera es de muy buena calidad y se utiliza para la construcción y en la elaboración de muebles finos. Soporta temperaturas de -20º C. Estas pueden ser parasitadas por plantas del género Misodendrum.


Foto obtenida en la localidad de Arapey (Uruguay) “catus candelabro” Cereus hildmannianus (Cereus peruvianus) (Cactáceas) endémica de sudamérica. Esta cactácea es originaria del sur del Brasil, todo el Uruguay, y el este de la Argentina, en el este de la provincia de Entre Ríos, la isla Martín García, y las antiguas barrancas parano - platenses bonaerenses.


 Foto tomada en la ladera de una de las montañas que protege al valle de San Martín de los Andes (Neuquén-Argentina). “ciprés de la Cordillera” (Austrocedrus chilensis) Cupresáceas. Género monotípico, cuya única especie es el "ciprés de la Cordillera". Se trata de una conífera que se desarrolla exclusivamente en los bosques del sur de la Argentina y Chile. Cabe destacar que este individuo tomado en la foto está creciendo en una zona esteparia y a una altura de 1200 msnm, poco común en referencia al hábitat de la especie.


Foto tomada en Arapey (Uruguay). “margarita punzó” Glandularia peruviana Verbenáceas.  Es una especie originaria de Sudamérica, crece en pastizales y a los costados de los caminos, en suelos ricos.

Foto tomada en Arapey (Uruguay). "verbena blanca" Glandularia platensis (Verbenáceas). Es originaria de Sudamérica. Crece a los costados de los caminos y florece durante la primavera.

Foto tomada en Arapey (Uruguay). “espinillo”, “aromo”, “espino” o “churqui”, Acacia caven, Fabáceas. Árbol o arbusto de hoja caduca. Habita zonas de clima mediterráneo y estepa cálida y es capaz de soportar periodos prolongados de sequía. Se lo puede encontrar en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y en las pampas de Río Grande del Sur (Brasil). Dado su amplio rango de hábitat existen muchas subespecies y variedades. Es muy común en la provincia argentina de Entre Ríos. Usos: control de la erosión, es una melífera (sus flores tienen nectarios y atraen a las abejas), es ornamental, las flores son usadas en perfumería, las legumbres se emplean para obtener taninos, y la madera es usada para leña, postes y producción de carbón.


viernes, 11 de marzo de 2011

Parque Nacional Sierra de las Quijadas

Estrato superior de uno de los Farallones de Sierra de las Quijadas
El Parque Nacional Sierra de las Quijadas está ubicado sobre la ruta nacional 147 en Hualtarán a 116 km de la Capital de la provincia  San Luis (Argentina). En su interior se encuentra el Potrero de la Aguada, que es un gran cañadón con inmensos farallones, acantilados, cornisas y terrazas de color rojizo. El área protegida de 150.000 ha, tiene como objetivo conservar sus recursos naturales, culturales, la diversidad ambiental y el paisaje de belleza extrema. El nombre “Quijadas” se debe a que a fines del siglo XIX, en la zona del Potrero de la Aguada, se refugiaban bandidos que asaltaban las carretas que se dirigían desde Bs As a San Juan. Los bandidos rurales robaban ganado y luego de asar las cabezas de los vacunos, los restos óseos quedaban desparramados donde ahora es la zona de miradores. Muy cerca del ingreso al parque se hallaron restos de hornillos de la cultura Huarpe.
Ingreso a Sierra de las Quijadas
Estratos de sedimentos de los acantilados 

Hace 120 millones de años esta región era una cuenca sedimentaria que se originó a nivel continental entre dos montañas, una de ellas corresponde a la actual sierras de San Luis y la otra era la Sierra Desaguadero muy desarrollada en el Cretácico. La cuenca con el paso del tiempo se fue rellenando de sedimentos que se juntaron en el fondo del lecho de las aguas de la propia cuenca. Hace 25 millones de años (durante el Terciario) se produjo un plegamiento que elevó los sedimentos acumulados. Luego la erosión eólica e hídrica comenzaron a formar las quebradas y valles que hoy podemos ver y los restos fósiles e improntas quedaron al descubierto.
Vista de lejos de los farallones

Quebradas y valles del Potrero de la Aguada



En la región fueron encontrados restos fósiles y huellas de dinosurios. Los rastros son de saurópodos, ornitópodos y terópodos. Los dos primeros, vegetarianos y el tercero, con dientes preparado para desgarrar presas. También se hallaron fósiles de una especie de reptil volador que poseía una singular mandíbula con muchos dientes flexibles que usaba para filtrar los microorganismos base de su alimentación, su nombre científico es Pterodaustro guiñazui.
Impronta de huella de un pequeño ejemplar de dinosaurio Ornitópodo:
es una huella tridáctil de un dinosaurio herbívoro,
bípedo o semi-bípedo que caminaba por el fango de la cuenca



Dinosaurio Ornitópodo

Impronta de huella de un pequeño ejemplar de dinosaurio Saurópodo:
es una huella de un dinosaurio cuadrúpedo y herbívoro,
con dedos redondeados muy parecida a la de un elefante actual

  
Dinosaurio Saurópodo

Paleo-grietas de desecación de un espejo de agua del Cretácico

 

martes, 8 de marzo de 2011

El Pucará de Tilcara


"cardón del valle" Trichocereus tercheckii
Pucará en lengua quechua significa fortaleza. Esta ciudadela no presenta construcciones defensivas, pero seguramente se la denominó asi por su posición estratégica ya que se encuentra a gran altura y en el centro de la quebrada de Humauaca, lo que le brinda una gran visión panorámica. Cuenta con una superficie aproximada de 8 hectáreas y se encuentra a 60 m sobre el nivel del Río Grande. Su localización le permitió ser un nexo entre la puna y los valles, siendo un importante centro de producción y distribución de productos de la región. Desde la puna se traía sal, obsidiana (vidrio volcánico), basalto, malaquita, turquesas y otras rocas para confeccionar herramientas y puntas de proyectiles; y desde los valles llegaban maderas, plumas, nueces, tinturas y alucinógenos como el cebil. El desarrollo económico fue seguramente amplio y es probable que los campos cultivados se extendieran notablemente.

Pasadizo entre viviendas


Complejo de viviendas
El lugar fue ocupado desde el siglo IX D.C. hasta el siglo XV por Homo sapiens de la cultura Humahuaca. En su momento de máxima ocupación albergó aproximadamente a 1500 habitantes. Las viviendas eran rectangulares  con paredes de piedras. Los recintos estaban concentrados y eran contiguos unos a otros. Para la circulación había senderos o pasadizos entre las casas que en ocasiones parecen estrechos callejones. Se observan a menudo espacios vacíos, de forma irregular, que pueden haber sido pequeñas plazoletas. Las casas tenían pisos de lajas irregulares, lo que evidencia un refinamiento arquitectónico alcanzado durante este período tardío de las poblaciones indígenas de Argentina. Los objetos recogidos en viviendas y tumbas señalan gran destreza en las artesanías, la talla de madera y el tejido. 

Senderos con escalinatas
Interior de una de las viviendas. Techos bajos que marcan la altura de
sus habitantes realizado con vigas de cardón, cañas y adobe
Vista desde el Pucará a 2400 msnm
Jardín Botánico con especies autóctonas
Techo de adobe que tenían las construcciones
A fines del siglo XIV, este pueblo y su cultura se puso en contacto con los Incas de Cuzco. De acuerdo con los restos arqueológicos encontrados ese momento se calcula alrededor del año 1480.  En Tilcara se descubrieron talleres en los que se confeccionaron adornos de piedra y de otros materiales con formas copiadas de las incaicas y numerosos trozos de alfarería cuzqueñas. Esto demuestra que el noroeste indígena de la Argentina convivió de manera pacífica con sus dominadores incaicos. Es muy problable que esa convivencia hubiera traído nuevos desarrollos socioculturales si no hubiera sido interrumpida dramaticamente por la conquista española. 

Yatay (Butia yatay)


Parque Nacional El Palmar
Los palmares de yatay están solamente en la Argentina y se distribuyen en tres provincias: la mitad oeste y el sudeste de Corrientes, el norte de Entre Ríos y un pequeño sector del noreste de Santa Fe, al sur de Reconquista. Las palmeras tienen una altura de 7 a 18 m, teniendo una edad que puede alcanzar los 200 años o más. Los troncos (estípites) son de 50 cm de diámetro, erguidos, estilizados rematados por una copa de hojas compuestas, pinadas, de 2 a 3 m de largo, con pecíolos que tienen fuertes espinas. 
Los palmares de yatay han sido diesmados por el avance de los cultivos y el ganado. En la actualidad existen dos áreas protegidas los Parques Nacionales El Palmar y Mburucuyá, ubicados en Entre Ríos y Corrientes respectivamente. Tanto la ganadería, como el uso del fuego para provocar el rebrote del pastizal natural y la proliferación de plantas exóticas como el "paraíso" Melia azedarach están alterando el ecosistema del yatay. 

Palmares con vegetación hebácea y arbustiva
A los efectos de evaluar los servicios ambientales de los recursos naturales es de destacar la importancia que tiene "El Palmar" a nivel de ecoturismo, ya que miles de turistas visitan el Parque Nacional anualmente.

Margen oriental del Parque "El Palmar" sobre
la costa del río Uruguay


miércoles, 2 de marzo de 2011

Los primeros Homo sapiens en Argentina

Paisaje de las Sierras de San Luis
De acuerdo con los registros de C14 y combinando  algunos conocimientos más amplios que se tienen de otras partes del continente americano, podemos suponer que los primeros pobladores llegaron  hace  
aproximadamente 15.000 años procedentes de Asia. En plena época glacial atravesaron el Estrecho de Bering para adentrarse en un continente nuevo que fueron colonizando hasta llegar a Tierra del Fuego. Una de las culturas surgidas de esos primeros pobladores fue la llamada Ayampitin, designación que deriva de un lugar de las sierras de Córdoba. Restos de la misma han aparecido en todo el Noroeste, pero su extensión fue más amplia porque se la ha encontrado también en la región serrana de Córdoba y San Luis. En esta última se excavó la cueva de Intihuasi y los hallazgos alli encontrados ofrecieron el cuadro más completo de esta cultura y permitieron datar su antigüedad. Allí se encontraron restos óseos y líticos de la cultura Ayampitin quienes habitaron el lugar 6.000 años A.C.
Cueva de Intihuasi

Entrada a la Cueva de Intihuasi
A través del análisis de C14 de la materia orgánica se pudo datar la antigüedad de los restos en unos 8000 años. El hallazgo y clasificación de los restos encontrados fue realizado por el arqueólogo Alberto Rex González, en el año 1960, dicho descubrimiento fue uno de los más importantes de Sudamérica en la época, por la cantidad y calidad de las piezas encontradas.

La Cueva de Intihuasi es una formación postvolcánica que se ubica a 20 km de la localidad de La Carolina (San Luis) por ruta pavimentada, y con un bellísimo paisaje serrano. Los Incas llegaron miles de años después que habitaron estos humanos y le dieron el nombre a la cueva a través de sus pueblos subsidiarios “la casa del sol” del quecha “Intihuasi”. Resulta interesante marcar una línea de tiempo y pensar en aquellos Homo sapiens adaptados al sitio que hoy en día es tal cual al que ellos vieron.
Interior de la Cueva Intihuasi y marcación
de los restos encontrados

15500 A.C. Cuevas de Lascau (Francia)
14000 A.C. Cuevas de Altamira (España)
6000 A.C. Cueva de Intihuasi (Argentina)
2700 A.C. Pirámides de Egipto
2500 A.C. Stonehenge (Inglaterra)
210 D.C. Muralla China
325 D.C. Chichen Itza (Mexico)
1300 D.C. Machu Pichu (Perú)

La cultura Ayampitin perteneció a un pueblo que practicó la caza y la recolección  de frutos y semillas. La primera actividad está demostrada por numerosas puntas de proyectiles confeccionadas en piedra. Fueron trabajadas sobre ambas caras y son de gran tamaño (miden hasta 70 mm). Estuveron ligadas a astiles de madera. El tamaño y el peso de estos indican que fueron tirados mediante estólicas o tiraderas. La estólica fue el precusor del arco, era de madera y poseía en su extermo un gancho de hueso o de piedra.  El arco fue un invento posterior. Los hallazgos mostraron que las especies cazadas fueron fundamentalmente los guanacos, venados de las pampas y los ñandúes.
La recolección se basaba en vegetales como el “algarrobo negro”, “molle” y “tala”. Para triturar los frutos utilizaban morteros de mano.


Durante el 1000 A.C., las antigüas comunidades de cazadores y recolectores domesticaron los animales y las plantas y se transformaron en pastores y agricultores. La evolución biológica y cultural de la especie humana la pueden leer en mi libro “Un Camino Verde”, Ed. San Pablo, publicado en 1995 y traducido al portugés y publicado en Paulinas de Brasil en 1998. Mucha de la información puede que esté desactualizada, pero está muy bien explicado el proceso evolutivo del hombre. Otro aspecto interesante es que es una publicación de divulgación científica postdarwinista publicada en editoriales católicas. La paradoja del destino, si Charles Darwin despertara y leyera mi libro qué pensaría luego de haber sido tratado casi como un hereje por la sociedad de su tiempo.

Muy cerca de la Cueva de Intihuasi y al pie del cerro Sololosta se puede visitar un sitio arqueológico que tiene pictografías, “Casa de Piedra pintada” donde se pueden observar figuras geométricas y zoomorfas, algunas de aproximadamente de 2000 años de antigüedad.

Subiendo el Cerro Sololosta hasta donde están las pictografías
El cerro Sololosta se ubica a 4 Km de la Cueva de Intihuasi y se accede a través de caminos de tierra vecinales siendo más compleja su llegada.

Imágenes tomadas de las pictografías dejadas por los primeros seres humanos
que habitaron la Argentina.
Ellas muestran un destello del pensamiento abstracto y de la
simbología propia de la especie humana